¿Qué Tipo de Marihuana Elegir para el Cultivo?
Una de las preguntas más frecuentes y esenciales que se hace el cultivador primerizo, o no tan primerizo, es: «¿Qué tipo de marihuana elegir para el cultivo?». Muchas veces, dependiendo de nuestras posibilidades o de la situación legal de la marihuana en nuestro país, no tendremos muchas opciones y simplemente nos inclinaremos por la semilla o el esqueje que consigamos. Pero si nos podemos permitir el lujo de escoger, estos son algunos consejos que te podemos mencionar y debes tomar en cuenta.
Lo principal, si puedes, es escoger un banco de semillas contrastado, ya que de esa manera nos aseguraremos de dos cosas: por un lado, la calidad de la marihuana y por otro, un mayor porcentaje de germinación; que al final de cuentas es lo que buscamos.
Después, deberemos elegir qué tipo de semilla cultivaremos, en cuanto a su sexo y florado. Como quizás ya sabrás, hay básicamente tres diferentes tipos de semillas: las regulares, las feminizadas y las automáticas o las autoflorecientes.
Las regulares son las tradicionales, las que toda la vida se han dado en la naturaleza; de una semilla regular te puede salir un macho o una hembra. A nosotros como cultivadores, a no ser que nos interese cultivar un macho para obtener semillas o hacer algún cruce genético, las que nos interesan son las hembras, ya que sus flores son las que nos fumaremos o consumiremos después. Por eso los bancos y breeders desarrollan el otro tipo de semillas, que son las semillas feminizadas, cuyas madres han sido manipuladas genéticamente para asegurar que de ellas solo saldrán plantas hembras. Y por último, están las autoflorecientes.
Una semilla regular o feminizada no automática florecerá, como ya sabrás, cuando el periodo de luz las fuerce a hacerlo (esto es por debajo de las 15 horas de luz al día), como siempre ha sido en la naturaleza y como lo hacemos si cultivamos en interior (regulando las zonas de encendido y apagado de nuestros focos) o en exterior (iniciando el cultivo en la época optima).
Por el contrario, las variedades autoflorecientes son semillas de plantas modificadas para que florezcan solas independientemente del fotoperiodo, es decir, que una vez germinadas y con los cuidados oportunos florecerán sin que tengas que preocuparte de las horas de sol o de luz que reciben; esto, siempre y cuando reciban suficientes horas de luz, recuerda que la marihuana es una planta que necesita luz para desarrollarse correctamente.
Usualmente, las automáticas que se encuentran en el mercado también son feminizadas; por lo que, mayoritariamente, de ellas saldrán hembras. Siempre se había considerado que las autoflorecientes eran muy cómodas de cultivar, pero de inferior calidad que las regulares o las feminizadas no autoflorecientes; esto debido a su cruce con el genotipo de la genética ruderalis de mala calidad para el consumo, pero esto poco a poco se ha ido corrigiendo.
Tipo de marihuana para el cultivo: ¿cómo saber cuál semilla escoger?
Si eres primerizo, sin duda alguna, la mejor recomendación que te podemos hacer es que elijas una semilla feminizada, ya sea automática o no, así te ahorrarás la preocupación de si te sale macho o hembra. Si te sale un macho en el cultivo, además de que no te la podrás fumar o difícilmente lograrás hacerlo porque su efecto es mediocre, correrás el riesgo de que polinice a las hembras y éstas saquen semillas que serán muy desagradables al fumar; así que si te pasa eso tendrás que perder mucho tiempo quitando las semillas de tus cogollos antes de consumirlos.
Por lo que, como te mencionamos, lo más práctico es escoger una variedad feminizada. Aunque, a pesar de todo, elegir una semilla feminizada no te asegura al cien por ciento que te vayan a salir todas hembras; al fin y al cabo, se trata de un ser vivo y puede haber sorpresas. Y por eso también es vital que intentes escoger un banco de calidad porque te asegurará un mayor porcentaje de hembras.
Por otra parte, si a ti lo que te interesa es conseguir más semillas, entonces deberías elegir las regulares para que te salga algún macho. Eso sí, si no quieres que los machos te polinicen todo el cultivo, tendrás que tener otro espacio para separarlos y que fecunden solo las plantas que tú quieras; evidentemente, también tendrás que estar pendiente para detectarlos a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.
Si vas a cultivar en interior o tu clima y época del año son idóneos para que cultives en el exterior, no hace falta que plantes una variedad automática; si el caso es que solo puedes cultivar en exterior y tu clima no te favorece o estás fuera de la época de cultivo, si es recomendable que escojas una variedad autofloreciente. Pero no te confíes, porque si el clima es muy adverso o tu planta no recibe las suficientes horas de luz, de igual manera no se desarrollará correctamente o también es posible que muera directamente.
Asimismo, puedes optar por una semilla automática si quieres un ciclo de cultivo más corto y más cerrado, ya que las automáticas suelen ser más rápidas que las regulares, aunque dependerá de la variedad. Así que las semillas automáticas, sin duda alguna, son la opción ideal para empezar en el cultivo porque están feminizadas, florecerán solas y su cultivo será rápido. Aunque, la desventaja de usar este tipo de semillas es que con ellas no podrás elegir cuánto tiempo de crecimiento darles y eso hará que controles menos aspectos de su cultivo y de su resultado final.
Otro aspecto importante a la hora de decidirse por una variedad es el efecto y el sabor que, al fin y al cabo, es lo que buscamos al cultivar. No será lo mismo que busques un fuerte efecto con gran potencia de THC o que quieras un cultivo medicinal donde predomine el CBD, o si tu experiencia como consumidor te dice que te gusta más relajarte o estar activo. Para ello, basándonos en la clasificación más tradicional, podemos decir que hay dos tipos de genéticas de cannabis a la venta: las sativas y las índicas, ya que la ruderalis siempre se ha dejado al margen. Las índicas provocan un efecto más relajante y las sativas provocan un efecto más euforizante.
Con todos los matices que puedes encontrar en el mercado, escoges sabiendo qué efecto buscas y qué variedad te lo va a dar.
En cuanto al sabor, como ya sabrás, hay miles de variedades diferentes con sabores y aromas distintos. Las puedes encontrar con sabores cítricos, terrosos, afrutados, picantes, sabores a caramelo; incluso, existen algunas con sabores a madera o a diésel. También puedes optar por cultivar en función de si después quieres hacer hachís, BHO o alguna extracción de tus plantas, ya que hay unas más indicadas que otras para ello.
Además, aunque este es un aspecto más superficial, hay genéticas con diferentes tonos. No solo se cuenta con el verde tradicional, también las encontrarás de colores púrpuras, rosados, oscuros (casi negros) y anaranjados; tonos que darán mucho color y vistosidad a tu cultivo. Si puedes elegir, ten por seguro que tendrás varias opciones disponibles en cuanto a colores y también sabores.
Por otra parte, algo con lo que debes tener bastante cuidado es con el THC; si eres primerizo, no te decantes por genéticas con un porcentaje muy elevado de THC. Otra cosa por la que también puedes optar es por un cultivo mixto o con diferentes genéticas, donde podrías disponer de sativas e índicas y con varios sabores para que después tengas de donde elegir; pero esto es algo con lo que también debes tener cuidado porque cada genética tiene sus características y sus necesidades de cultivo, por lo que acudir a un cultivo mixto podría representar un problema para ti si estás empezando con todo esto.
En este sentido, las plantas índicas suelen ser más bajas y más rápidas de cultivar que las sativas, las cuales se hacen mucho más grandes. Por lo tanto, si tu espacio de cultivo es limitado, ya sea porque tienes un techo bajo o porque no quieres que tus plantas crezcan mucho para no estar a la vista de miradas ajenas, deberías decantarte por plantas índicas; por el contrario, si no tienes ningún inconveniente con respecto al espacio y no te molesta que tus plantas sean como pinos de lo altas que podrían llegar a ser, puedes elegir una sativa.
Y cuando te mencionamos que debes tener cuidado con los cultivos mixtos, nos referíamos al hecho de que usualmente las sativas necesitan menos tiempo de crecimiento que las índicas. Por lo que, si cultivas en indoor y solo tienes una sala o un espacio y tus semillas no son automáticas, tendrás un problema con el fotoperiodo, ya que unas necesitaran pasar antes que otras a la fase de floración.
Así que, en resumen, si quieres facilidad de cultivo, elige una variedad autofloreciente, que tenga el sabor y el efecto que buscas. Si es índica te será incluso más fácil de cultivar. Del mismo modo, si quieres probar con genéticas diferentes en una misma sala o tus condiciones lumínicas no son las óptimas, elige también automáticas. Pero si quieres controlar más todas la cualidades de tus plantas y aspirar a un mejor resultado final, arriésgate con alguna feminizada no autofloreciente, o incluso regular (del sabor y efecto que prefieras), ya que así le darás tú el tiempo de cultivo que creas más óptimo y tendrás más control sobre el fruto final.
Y esto ha sido. Como siempre, esperamos que te haya gustado y que esta información te sea de mucha utilidad y que con ella puedas tener una mejor idea acerca del tipo de marihuana que más te conviene para tu cultivo, de acuerdo con las necesidades que tengas o con los gustos de tu preferencia en cuanto al cultivo de cannabis. Así que no pierdas más tu tiempo y manos a la obra.